¿Existe la suerte?

Todos, alguna vez, hemos oído hablar de que tal equipo o tal jugador tienen suerte en un partido determinado. Es más, muchas veces es...



Todos, alguna vez, hemos oído hablar de que tal equipo o tal jugador tienen suerte en un partido determinado. Es más, muchas veces escuchamos a entrenadores hablar de la suerte en las ruedas de prensa. Y casi siempre utilizan este tópico en el caso de que sus equipos no hayan sacado el resultado deseado.

Voy más allá cuando digo que existen jugadores y técnicos que achacan a la mala suerte una mala clasificación en una competición anual. Tremendo! Pero en realidad, ¿existe la mala suerte?

En Galicia, "tierra de meigas", es muy típico hablar de ese destino incierto y relacionarlo con el fútbol. Yo, como gallego y creyente en las "meigas" (habelas hailas) que soy, creo en esa ayuda externa en ciertos momentos puntuales, pero no sólo en el fútbol sino también en cualquier otro ámbito de la vida. Pero con matices. Me explico.

El miércoles pasado, en clase de Metodología, el profesor Celso Carrera nos preguntó si creíamos en la suerte como tal en el fútbol. Yo le contesté que la suerte hay que buscarla. Con esto quiero decir que la suerte puede llegar (o no) si hay un trabajo detrás, pero sin esto nunca podremos considerarnos afortunados.

Siguiendo con el debate en clase durante unos minutos Celso dio con la clave del asunto, y no puedo estar más de acuerdo con él. Según el profesor la suerte, aparte de buscarla, no existe como factor extrínseco al juego ni incide directamente en él. Lo que si existe son los llamados golpes de suerte (buena o mala). Con esto nos referimos a momentos puntuales de un partido en los que el azar tiene una incidencia directa. Si tu equipo manda 3 disparos a los postes de la portería contraria en un partido que acabas perdiendo puedes decir que no has tenido fortuna en esas tres acciones aisladas del juego, pero el equipo no habrá perdido por la mala suerte. Seguramente ha perdido el partido por múltiples factores más importantes que la suerte.

Es, en mi opinión, una moto fácil de vender decir que el equipo ha sido derrotado por no tener suerte. Es una reflexión muy débil, muy vacía de contenido en la que puedes salir como vencedor moral, pero nada más. Si no buceas en la búsqueda de las verdaderas causas nunca podrás sacar conclusiones con criterio y, en consecuencia, nunca podrás aprender de los errores.

Es verdad que todos tenemos en mente partidos en los que se dieron acciones desafortunadas para nuestros equipos: decisiones arbitrales equivocadas, lesiones de jugadores importantes, jugadas fortuitas, etc. De estos partidos los aficionados salen cabizbajos culpando a la fortuna de su indeseado destino. Pero por favor, pido a los que realmente participan de esto, a los verdaderos protagonistas (jugadores y técnicos) que no caigan en la simpleza y que vayan más allá.

Quiero acabar haciendo dos reflexiones y me gustaría saber vuestra opinión:

-Primero. Me gustaría poner un ejemplo claro de mi pensamiento y se me viene este a la cabeza. Seguro que todos recordáis la final del Mundial de Sudáfrica, en el que España se proclama campeón. Antes del gol de Iniesta, Casillas (portero al que siempre se le tachó de afortunado) realiza una parada antológica en un 1x1 contra Robben. Siempre se dijo que España había tenido suerte en esa acción. Os invito a que la veáis repetida y que analicéis la toma de decisión de Iker al tiro del holandés. El portero decide sacar una pierna, acto reflejo propio de un portero de balonmano. ¿No creéis que esa acción esta trabajada? ¿No creéis que Iker se enfrentó más veces ante esta situación y actuó de igual manera? La mente del ser humano es muy completa y repite recursos y mecanismos que tuvieron éxitos en el pasado. Ahí lo dejo para que reflexionéis.


-Segundo. Me parece llamativo que todos los equipos a los que la gente denomina "afortunados" acaben siempre en las posiciones altas de sus respectivas ligas, sean las que sean. ¿No será que esos equipos buscaron esa suerte a través del trabajo?

Yo, como entrenador, la única fórmula que conozco para conseguir metas y objetivos es el trabajo. Gracias al trabajo y a otros factores se pueden conseguir resultados. Malo si nos quedamos de brazos cruzados esperando a que la diosa Fortuna aparezca.

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